Etiquetas adhesivas RFID

Cuando hablamos de etiquetas RFID nos referimos a aquellas que nos permiten identificar un producto u objeto de forma inalámbrica, además de garantizar su trazabilidad. Esto se debe a que en su interior tienen incorporado un chip con información personalizada para cada etiqueta. Su producción se realiza con impresoras específicamente diseñadas para este tipo de adhesivos, dado que sus características pueden resultar más complejas.

¿Cuántas clases de etiquetas RFID existen?

Cuando hablamos de tecnología, como es el caso, también nos referimos a una evolución constante de los procesos y sistemas. Esto quiere decir que, aunque las que repasamos a continuación son las principales clases de etiquetas RFID, pueden darse variaciones y modelos híbridos entre ellas.

RFID pasivas

Son las más comunes de esta tipología. Su nombre hace referencia a que no tienen su propia batería. Su alcance es bastante limitado, con una señal perceptible desde 0 a 15 metros de distancia. No obstante, tienen un precio muy competitivo y pueden fabricarse a tamaños muy reducidos.

Etiqueta RFID pasiva.

Etiqueta RFID activa.

RFID activas

A diferencia de las anteriores, sí cuentan con una fuente de alimentación propia. Esto les permite ampliar su campo de actuación para emitir una señal que puede detectarse a mucha más distancia.

RFID semipasivas

Tienen el mismo lector RFID que las pasivas. La diferencia es que llevan una pequeña batería incorporada para alimentar el chip. De esta forma pueden almacenar información y tener una capacidad de respuesta más rápida.

Etiqueta RFID semipasiva.

Técnicas de impresión

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Offset

Sistema de impresión indirecto con la ventaja de imprimir una gran cantidad de copias económicamente con todo tipo de papel.

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Digital

Impresión de máxima calidad con la ventaja de poder imprimir pequeñas cantidades y gran variedad de cambios a precios competitivos sin coste de clichés.

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